Nunca discutas con un imbécil, te hará descender a su nivel y allí te ganará por experiencia

Si vienes con un problema y no traes la solución, tu eres parte del problema

domingo, 15 de marzo de 2009

La loca


Una vez escuché un cuento, de esos que se van desparramando por la geografía del planeta y andan de un lado para otro sin irse, nunca, de ninguna parte. Tal vez el tiempo y el pasar de boca en boca hayan desdibujado su forma, pero la esencia ha quedado y estará allí, siempre, porque es un cuento demasiado canto como para desaparecer o desdibujarse por más que el hombre meta mano en él.

Habla de una mujer muy hermosa enamorada, perdidamente, de un caminante que un día acertó a pasar por su poblado y que enloqueció de amor cuando el hombre reanudó su peregrinar en busca de un destino que nadie conoció. Allí quedó la loca mendigando un pan, de puerta en puerta, hablando en un lenguaje incoherente y riendo, a veces, quién sabe si por un recuerdo bello o por algún dolor. El cuento dice que una noche la loca sintió que iba a ser madre. Estaba sola, en una cueva del cerro donde habitaba rodeada de perros y de sacos. Había una luna grande y la loca mirándola le dijo:

- "Mamá luna, dame un hijo que no muera nunca."

Y la luna, que también es mujer, la escuchó pero no le dio una guagua, la leyenda dice que esa noche la loca parió un canto y que es por esa razón que el canto del pueblo no va a morir jamás.