Nunca discutas con un imbécil, te hará descender a su nivel y allí te ganará por experiencia

Si vienes con un problema y no traes la solución, tu eres parte del problema

jueves, 17 de diciembre de 2009

¡Grrr!


Hace ya días que no escribo. Escribir es un ejercicio de repaso, de recopilación, de comunicación, de introspección –que fea palabra-, de ayuda, de queja, de demanda… Escribir es muchas cosas a la vez, y también una disciplina que asumir, con la que si no estás comprometido, puede convertirse en una tortuosa entrega.

Tengo que escribir de algo, de lo que sea, de lo que creo, de lo que se me antoja injusto, de lo que ha pasado y preveo pasara, de lo que han dicho o no dirán, de esto y de aquello, de los otros y de los de más allá…

A la primera llamada no faltan temas y esos te llevan a otros, y tirando de la cuerda llegas a la madeja, a las agujas, a los dedos, a las manos, a los sentidos. Me persiguen en los últimos días Aminetu, Moratinos y la Clinton, los monarcas, las mentiras, la ignominia, el abandono, que pasan perezosos y van aumentando la suma de los de ayuno y esa hambre en huelga, ¡que ridiculez!

El frío y la nieve nos sacan los colores. Carreteras cortadas, atascos, silencio imperturbable, blanco reverberante, silencio… estamos en pleno centro de la tormenta que nos ha pillado sin preparativos. Somos la región bananera por excelencia, que atraviesan todas las carreteras y gobiernan virreyes, que gritan ¡oh cielos, qué bienes!

¡Reventar la molleja! Eso es lo que voy a hacer el 24 con la cacerola, la voy a fundir a golpes. ¡Estoy harto! De que nos encojamos, de esconder la cabeza bajo el ala, del amén, de esta puta crisis y miserias que nos va a costar vencer, pero de las que saldremos –eso dicen- fortalecidos. En pelotas, pero fuertes.

Estoy harto de ver que lo ganan todo, que prometen que arreglarán nada, del engaño permanentemente instalado en todos los sitios, de las medias tintas, del habitual y soez truco del favor y del apaño.

Hoy corre un aire gélido y variable. Barre calles, tejados, árboles desnudos, campos yermos, laderas. Barre suciedades y se instala en los recovecos. Limpia, seca, desinfecta, preparando la vuelta de un nuevo ciclo. Pero no será el definitivo, no lo hay, es uno más, necesario para que esto siga el curso de un guión mal escrito, con faltas y abandonos.

No basta la dedicación y el empeño, no es suficiente con el tesón. Hay mucha gente que se afana en eso, duro, dale que te pego. No es bastante, y la mas de las veces, tremendamente estéril, ya que se está haciendo por causas baldías o simplemente por la pasta o por justificar un empleo o una absurda responsabilidad.

Mal vamos si los contenidos de los días y su devenir son los de un periodista pateado en un pub de madrugada, lo que dice la protectora de la cadena para la que trabaja, la comparanza de la manifa de los sindicatos “de clase” del pasado sábado con las que organizaba Panchito, las declaraciones de un saliente presidente futbolero que pasa a la política…

Mal vamos cuando cientos de plumillas, tertulianos, periódicos, radios y televisiones se afanan en mostrarnos un mundo distinto al que nos toca vivir día a día.

¿Qué pretenden con ello? ¿Cómo lograremos llevarles la contraria a los poderosos manipuladores que van delante?