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domingo, 14 de febrero de 2010

Calidad Rural, marca de calidad territorial


Calidad Territorial “Calidad Rural” es una marca común compartida por territorios rurales que pretende su divulgación, identificación y promoción ante la sociedad, con la finalidad de dotar a estos espacios de mayor fuerza ante los consumidores.

La red de comarcas así implicadas adquieren compromisos con el desarrollo y la valorización de sus productos y servicios mediante una marca, que por un lado, agrupa a todo el territorio, y por otro, proporciona una cobertura de ámbito europeo con la que poder tener mejor acceso al mercado.

Lo que hoy se conoce como Marca de Calidad Territorial “Calidad Rural” (MCT) es una iniciativa europea que nació en el año 1998 de la cooperación y experiencias individuales de tres grupos de acción local y/o desarrollo rural: Pays Cathare (Francia), Valle Umbra e Sibillini (Italia) y El Condado de Jaén (España).

Pero ¿qué es lo que se entiende por calidad?

Genéricamente la calidad es la propiedad o conjunto de ellas, inherentes a algo, que permiten juzgar su valor. También hace referencia a la capacidad o aptitud de un producto o servicio para proporcionar bienestar y satisfacer las necesidades y expectativas del cliente.

Así pues, la condición en un producto y/o servicio de buena calidad les otorga una ventaja que los diferencia de otros, y en términos de mercado, ser líderes o seguidores, continuar o quedar fuera de él.

La referencia al valor de los productos y/o servicios, además de hacer mención a sus utilidades o aptitudes, también tiene evidentes connotaciones dinerarias, económicas y comerciales.

La calidad necesita ser identificada

Evidentemente tiene que ser así estando asumido de forma generalizada.

La marca, la etiqueta, la señal que acompaña a un objeto, mercancía o servicio sirve para identificarlo, establecer su clasificación y determinar su valoración. Las etiquetas nos sirven a los consumidores para identificar que el producto o servicio así marcado tiene unas características específicas que lo diferencian en el mercado de otros.

La MCT se aplica entre otros a:

- Productos agroalimentarios: Repostería, chacinería, conservas, frutas y hortalizas, ganados, vino, miel, aceite de oliva, productos lácteos y huevos.

- Artesanía y textil.

- Servicios: Alojamientos turísticos, establecimientos hosteleros.

- Patrimonio: Pueblos, cascos históricos, museos, iglesias, castillos, molinos, fiestas y eventos culturales, etc.

Es cada vez más frecuente que en el acto de la compra, del consumo…, los usuarios queramos saber lo que existe detrás de una etiqueta o una marca, y no nos dejemos llevar por el hábito compulsivo, por la costumbre o por la imagen publicitaria. En el caso de la MCT y los productos y servicios amparados por ella, estamos accediendo a bienes con una relación directa con el territorio del que proceden; con una cultura, valores y principios; y también producidos y elaborados de una determinada forma.

¿Qué aporta de nuevo la MCT frente a otras denominaciones o marcas de calidad?

En principio se podría decir que nada o casi nada. Una marca u denominación de calidad más a añadir a las ya existentes como son las Denominaciones de Origen Protegidas, las Indicaciones Geográficas, la Especialidad Tradicional Garantizada, la Agricultura Ecológica, la Q de Calidad Turística, las normas ISO 9000, etc.

La realidad y la práctica derivada de las diferentes experiencias habidas hasta el momento, es que la MCT incorpora al binomio calidad territorial-calidad rural, valores complementarios en materia económica, social, medioambiental y cultural.

¿Cómo se implanta la MCT?

La adscripción o pertenencia a la marca es algo voluntario a cargo de los agentes de los sectores interesados, ya sean de carácter público o privado, y se produce tras la solicitud por parte de cada uno de ellos y de una evaluación inicial que juzga la calidad del producto y de la gestión empresarial en áreas económica, social y ambiental.

Este primer informe de diagnóstico y sobre el grado de cumplimiento de los indicadores, determina cual es la situación de partida, las medidas correctoras derivadas del incumplimiento de algún indicador evaluado y los compromisos de mejora continuos en los indicadores oportunos.

Este diagnóstico o evaluación inicial de las empresas debe ser considerado como un acompañamiento a éstas, del que emanarán planes concretos de acción para ellas, cuya finalidad primordial será el aumento de la competitividad, así como enseñar y hacer cumplir los valores y principios de la MCT.

Cada sector debe disponer de su pliego de condiciones o carta específica; definir una estrategia en cuanto a calidad de producción o servicio; definir la organización de las redes de distribución y comercialización, y también definir las acciones de promoción y comercialización.

Instrumentos para el desarrollo local de la marca:

- Comité de Gestión y Control de la Marca.

- Reglamento de Régimen Interno del Comité de Gestión y Control.

- Carta General de la Marca.

- Carta Gráfica (Condiciones de uso de la imagen).

- Cartas especificas (Pliegos de condiciones de cada sector o producto)

El problema de la denominada “masa crítica”

Las MCT comarcales y locales son pequeñas para garantizar su mantenimiento y viabilidad a medio y largo plazo. Pero el panorama cambia cuando estas marcas comarcales, aliadas con otras comarcas, bajo un segundo apellido común de paraguas, alcanzan una razonable masa crítica, que si además se amplía a nivel europeo, mejora y aumenta su capacidad de tener éxito en los mercados.

Actualmente en España la MCT integra 25 territorios con una superficie de 35.868 Km2, 613 municipios rurales y 1.034.948 habitantes. La MCT está presente en 150 pueblos, hay 140 centros expositivos o elementos patrimoniales visitables con Marca Territorial y 1.300 empresas han sido certificadas.

Delos grupos nacionales implicados desde sus inicios en la MCT tres de ellos están en Toledo: Tierras de Talavera, Tierras de Dulcinea y Tierras de Occam. En Castilla-La Mancha además de los grupos adscritos ya señalados, han iniciado su participación en la MCT: Campo de Calatrava y Monte Sur (Ciudad Real), Sierra de Alcaraz-Campo de Montiel y Sierra del Segura (Albacete), Castillos del Medio Tajo, Montes de Toledo y Campana de Oropesa (Toledo).

En resumen, la marca común compartida por muchos territorios rurales les da fuerza en los mercados y facilita al consumidor su identificación.