Playa en el Tajo, frente a Safont. Toledo.
Con motivo del 40 aniversario de la prohibición del
baño en el río Tajo a su paso por la provincia de Toledo, la Plataforma en Defensa del río Tajo ha seleccionado 40 fotografías que ilustran cómo es el río
Tajo aguas arriba de Toledo, desde su nacimiento, y el efecto de las presiones
a que es sometido y que se dejan ver a su paso por la provincia de Toledo.
Esta (¿ingenua?) exposición pretende explicar lo que
supuestamente todos deberíamos saber después de llevar 40 años ocurriendo, sin
voluntad política de solución y con intención de ocultarla.
Dicen, con reiterada e intencionada convicción, que
Toledo "siempre" ha vivido de espaldas al río Tajo, lo cual no es del
todo falso si no fuera porque los últimos 40 años no son los más de 4100, como
poco, que hace que se asentaran los primeros pobladores. Eso sí sería
"siempre". Pero lo cierto es que Toledo lleva los últimos 40 años
viviendo de espaldas al Tajo porque hace ese tiempo que le quitaron el río del
que supieron aprovecharse y vivir centenares de generaciones. El lugar que
antes ocupaba el Tajo fue utilizado para colocar una alcantarilla a cielo
abierto que, obviamente, no produce los mismos beneficios ni facilita la vida.
Por tanto, hay una generación que fue la última en
disfrutar del Tajo en Toledo y otra que es la primera que enteramente ha vivido
sin saber que ahí había un río; no uno cualquiera, el más largo de la península
ibérica.
Así que, puede que la exposición bien puede servir
para sensibilizar a esa generación joven que no sabe lo que está perdiendo y
tiene todo el derecho a exigir, así como para que esa otra generación, abatida
por el desencanto y la desidia, encuentre en la privación de la herencia robada
a sus hijos y nietos la fuerza moral necesaria que les contagie la ilusión por
recuperar lo que hoy es posible.